jueves, 2 de agosto de 2012

Valorar para vivir y vivir para valorar




Según la RAE, “valorar” puede tener varias acepciones: 1. señalar el precio de algo 2. reconocer, estimar o apreciar el valor o mérito de algo o alguien 3. valorizar o aumentar el valor de algo.

Cuando tenemos todo, dinero, salud, amigos, casa, coche, trabajo, todo eso en lo que a menudo no nos paramos a pensar la mayoría de los mortales, la palabra “valorar” no tiene cabida en nuestra vida. Sin embargo, cuando falla alguna de esas patas, entonces amigo/a, ahí sí que ya empiezan los problemas, los verdaderos quebraderos de cabeza.

Por ello, para hacerles frente es importante valorar lo que tenemos, porque sólo cuando algo nos falte mediante esta valoración podremos salir adelante de cualquier situación, valorando cada momento, cada detalle, cada gesto, cada palabra. Sólo así podremos ser felices y sentirnos plenos.

En el caso de un diabético esta valoración es imprescindible, sin ella es imposible afrontar la condición de la diabetes de una forma natural y positiva, y aunque esta valoración es dura, frustrante e incomprensible para muchos, sin ella nunca llegaremos a una plenitud diabética. Y no hay mejor valoración que la que hace uno de su propio ser.

Porque es imposible quererte cuidar, querer cumplir con planes alimenticios, con planes de ejercicios si no valoras tu actual estado de salud, si no valoras que lo que tienes ahora es mucho, es todo pese a que no te gusta. 

De acuerdo, no te agrada pincharte, ¿verdad?. A mi tampoco. No te gusta, no comer lo que te apetece cuando quieres, a mí tampoco. No te gusta hacer ejercicio cuando, a veces, te apetecería estar tirado en el sofá, a mi tampoco. Pero siempre tienes que encontrar un hilo de fuerza para seguir hacia delante. Algo que te empuje. Y ese empuje viene de valorar lo que tenemos, sea mucho o sea poco, sea un páncreas con el péptido C funcionando al 50 al 60 o al 30 por ciento.


Valorando una condición de vida en la que lo mismo te dan hipoglucemias de quedarte en 50 que en 40 incluso habiéndolo hecho todo a pie juntillas, o en la que te pones en 350 en menos que canta un gallo. En una condición de vida en la que pocos realmente te entienden de verdad y muchos te quieren dar lecciones de moralidad sobre lo fácil que es llevar una vida con diabetes porque total hoy día todo el mundo está a dieta. JAJAJA y me río y me vuelvo a reír porque lo mismo es estar a dieta por gusto un mes al año a que te digan que de por vida tienes que controlar la alimentación.

Porque lo mismo es estar a dieta por gusto y por presumir, que tener que controlar subidas y bajadas continuas y con la espada de Damocles de las complicaciones agudas a corto y medio plazo. Pero claro, tendrás que escuchar aquello de.....uy “pues yo tampoco veo tan difícil eso de llevar la diabetes, total lo único que tienes que hacer es no comer dulces y ya está”.

Claro, que sí. Pero cuando tú valoras en tu interior todo, cada minúscula porción de vida, de detalle, de gesto, de actitud, de lucha, de objetivo, incluso del no conseguido, ahí está la recompensa. Esto no es nada fácil, y nadie dijo que lo fuera pero para eso tenemos toda la vida para practicarlo para valorarnos, controlarnos a nosotros, nuestra diabetes y volverlo a intentar, una y otra vez. Así que ánimo y hacia delante!



4 comentarios:

  1. Muy cierto Rosario! Así que acompañarnos y apoyarnos en este largo recorrido.

    Saludos desde Venezuela,
    Rocío Rauseo

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    1. Desde luego que sí, compañera de recorrido.
      Gracias por leerme y saludos desde el otro lado del charco,
      Rosario Marín

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  2. Guau! No tengo palabras... Me encanta la entrada!

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    1. Nagore, buena parte de lo que hay aquí te lo dedico a ti, que sé que eres toda una luchadora también. Además, ya sabes que me encanta la forma en la que has afrontado a esta compañera de viaje y me gustan mucho tus comentarios.
      Un beso fuerte y gracias por leerme y apoyarme virtualmente ;)

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